martes, 24 de febrero de 2015

Un poco de historia (El posible origen de La Mussara).






Cuando se escucha, o se ve, el nombre de La Mussara  es frecuente relacionarlo con el mundo del misterio y lo paranormal. La gran mayoría de la gente se queda tan sólo con estos temas esotéricos (de cuentos y leyendas misteriosas), sin entrar a conocer los detalles de la verdadera historia de este lugar, tan encantador, de las montañas de Prades (Tarragona). Es habitual escuchar y leer detalles tergiversados, a lo largo de los años, sobre el pasado de este pueblo a día de hoy abandonado (que no olvidado). 

Por este motivo nació la idea de crear este blog. Un lugar que pretende abarcar todos los detalles informativos (ya sean reales o leyendas) de esta villa que yace mezclada y fusionada con la vegetación, la fauna y la climatología de la montaña.  Hoy comenzaré con un poco de la historia de los orígenes del  pueblo.



Los primeros documentos escritos en los que se hace referencia al pueblo de La Mussara datan del siglo XII. En ellos se puede observar el nombre del pueblo escrito de diferentes maneras tales como ‘Almuçara’,  ‘Almosaram’, ‘Almozarra’…  lo que  ya nos indica los posibles orígenes de este lugar.
A principios del S.XII el entorno de las montañas de Prades todavía se encontraba bajo la dominación de los musulmanes, siendo el actual pueblo de Siurana el núcleo fuerte del dominio árabe.  Por aquella época Siurana era conocida como ‘Xibrana’, y era el centro de lo que se conocía como el ‘Valiato de Xibrana’, que ocupaba los terrenos de alrededor del pueblo actual de Siurana y, posiblemente también, el territorio de lo que actualmente es el pueblo abandonado de La Mussara.



Es sabido que los nombres de poblaciones que contienen el  prefijo ‘Al-’ son de origen árabe, por lo que no es descabellado pensar que las primeras personas que empezaron a dar nombre a La Mussara eran de origen árabe. Teniendo en cuenta los años exactos en los que el pueblo sale citado en documentos oficiales de la época (años 1.173 y 1.194), cabe pensar que el poblado, o un pequeño núcleo de población, ya llevaba formado unos cuantos años atrás, posiblemente, antes de la reconquista total cristiana de Siurana y los territorios de alrededor (1.153 – 1.154). Recopilando todos estos datos podemos llegar a pensar que La Mussara fue ‘fundada’ en el espacio de tiempo comprendido entre los años 1.100 y 1.150. 



Llegados a este punto hay que recurrir a los conocimientos del escritor y experto en onomástica Ramon Amigó Anglès (1.925 – 2.011), uno de los mayores conocedores de la historia de las montañas de Prades, que dejó reflejado muchos de sus conocimientos sobre La Mussara en el libro ‘La Mussara,un vell afecte’. Un libro que es de obligada consulta para todas las personas que desean indagar un poco en los entresijos históricos de este bonito lugar. 

En este libro, Ramón Amigó, tiene varias teorías sobre los factores que llevaron a la creación del pueblo. Todas ellas son realmente interesantes pero hay una, en particular, que a mí me parece ciertamente atrayente. Las investigaciones que realizó este escritor le llevaron a descubrir que uno de los primeros nombres árabes con los que se hacía referencia a La Mussara estaba relacionado con la palabra ‘al-musárat’, que en árabe hace referencia a ‘lugar de marchas’ o ‘lugar de paseos’. La hipótesis de Ramon Amigó es que debido a que el pueblo de La Mussara está situado en una de las pocas extensiones planas, con cierta dimensión, que se pueden encontrar en las cimas de las montañas, el lugar podría estar destinado para que los soldados y jinetes árabes del ‘Valiato de Xibrana’ (Siurana) entrenaran o hiciesen instrucción. 

Puesto que la climatología de estas montañas provoca que rápidamente un día de buen tiempo se transforme en un día climatológicamente adverso, no sería absurdo pensar que para evitar que, las tropas árabes, tuvieran que recorrer los quilómetros que separan esta zona de instrucción de sus alojamientos en Siurana, se empezaran a construir algunas edificaciones en la zona para poder resguardarse. Poco a poco (siempre según la teoría de Ramon Amigó Anglès) algunas personas del territorio, viendo que en La Mussara podían hacer ‘negocios’ (ya fuese ofreciéndoles alojamiento, comida,  atenciones para sus caballos o algún otro tipo de servicio) con las tropas árabes, se fueron estableciendo en la zona y así fue como aquellas primeras edificaciones empezaron a formar un núcleo de población permanente. De ahí que a aquel pequeño foco de población se le empezara a conocer, y a denominar, con palabras relacionadas a la actividad con la que primitivamente nació.



Una de mis teorías personales, nacidas a partir de los datos históricos contrastados y de la teoría del escritor Ramon Amigó, es que la privilegiada situación geográfica que ofrece el enclave de La Mussara sobre toda la extensión de lo que hoy conocemos como el Camp de Tarragona (Campo de Tarragona), lo convertía en un sitio estratégico para la vigilancia y el control de la costa y la extensión de terreno que ocupa todo el campo de Tarragona. Por lo que posiblemente las autoridades militares del ‘Valiato de Xibrana’ decidieron establecer, en aquella zona, un pequeño campamento permanente que poco a poco (siguiendo la teoría de Ramón Amigó de las personas atraídas por la posibilidad de ganar algún beneficio económico) se fue convirtiendo en un pequeño poblado. Más tarde, con la reconquista de la zona (1.153 – 1.149), los cristianos, valorando la situación estratégica tan privilegiada del pequeño pueblo formado, decidieron seguir fomentándolo y potenciarlo hasta el punto que pasó a tener su propia iglesia. Y poco a poco, a lo largo de los años y los siglos, el pueblo fue subsistiendo hasta que desgraciadamente las condiciones tan duras, y las comodidades que ofrecían la vida moderna de las ciudades y los pueblos de las faldas de la montaña, hicieron que en las décadas de los 50 y 60 del pasado siglo quedará totalmente deshabitado. Pero eso... ya es otra historia.



  



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