viernes, 17 de abril de 2020

La Mussara en los años 30 del pasado siglo.





Una foto de uno de los antiguos habitantes de La Mussara, allá por los años 30 del pasado siglo, posando junto al estanque y las casas del núcleo principal del pueblo, al fondo también podemos observar la torre del campanario de la vieja iglesia de San Salvador.

© Autor de la foto: Josep Prunera Sedó. Publicada en el libro “Records de La Mussara”, del autor: Anton Agustench Bonet.


jueves, 9 de abril de 2020

El ayuntamiento de La Mussara.




El ayuntamiento de La Mussara. En este edificio se guardaban muchos documentos de la historia del pueblo a lo largo de los siglos, documentos que hoy en día hubieran sido de gran valor para descubrir más información sobre la historia del pueblo y sus habitantes. Lamentablemente, durante la Guerra Civil Española (1.936 – 1.939), se cuenta que una madrugada un grupo de ladrones entraron en él y se llevaron gran parte de aquellos archivos que atesoraba la casa de la villa.  Una auténtica lástima no poder saber qué clase de información contenían aquellos documentos que desaparecieron para siempre.
 

lunes, 6 de abril de 2020

La Mussara a mediados del siglo pasado.




En  esta antigua foto de La Mussara, realizada a mediados del siglo pasado, se pueden observar el cementerio, la iglesia y la casa del párroco. Esa misma casa, durante algunas épocas, también era utilizada como escuela para los niños y niñas del pueblo y las masías de alrededor. Destacar que algunos de ellos tardaban más de una hora caminando hasta llegar a la escuela y después tenían otra hora y pico más de caminata hasta regresar a la masía donde vivían.  Sin duda alguna toda una gesta y un sacrificio para aquellos pequeños niños y niñas de la montaña.  


miércoles, 1 de abril de 2020

El `Xalet de les Airasses´.





Hoy os traemos el antes y el después de uno de los lugares más emblemáticos de La Mussara: `El Xalet de les Airasses´.


Era la casa situada en lo más alto del pueblo. Se construyó a mediados de la década de los años 20 del pasado siglo con la finalidad de convertirse en un refugio para los excursionistas que subían al pueblo. Desde ella se tenían (y se tienen) unas espectaculares vistas de todo el ‘Camp de Tarragona’ y el mar Mediterráneo.  En su día tuvo que ser espectacular hospedarse allí, calentándose al lado de la chimenea de leña y observando desde la ventana el espectacular paisaje, siempre y cuando las nubes y la niebla te lo permitieran. 

martes, 31 de marzo de 2020

La Rambla de Tarragona a principios del siglo XX.




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Hace unos días comentábamos lo que debía significar para los excursionistas y forasteros, de principios del pasado siglo, subir a aquel pueblecito de la cima de la montaña que permanecía anclado en el pasado. Pero la misma sensación debían experimentar los habitantes de La Mussara cuando bajaban a las poblaciones y ciudades de la falda de la montaña. Para ellos debería resultar un cambio fabuloso salir de su pequeña aldea montañera y llegar a ciudades como Reus o Tarragona. Urbes en las que ya se empezaba a contar con avances como el teléfono, la electricidad y que por sus calles circulaban ya los primeros automóviles. Para aquellos habitantes de La Mussara bajar a la ciudad era lo más parecido a viajar al futuro.

lunes, 30 de marzo de 2020

La Mussara nevada.










Fría e invernal tarde de primavera. Nos llegan noticias de nuestros amigos meteorólogos de que hoy se ha dejado ver tímidamente la nieve por las montañas de Prades y La Mussara.

Desgraciadamente por las condiciones que todos ya conocemos es imposible subir a admirar esa preciosa estampa del paisaje nevado. Pero ni el dichoso Coronavirus, ni la cuarentena, nos van a impedir poder observar, desde casa y calentitos, el maravilloso paisaje de La Mussara nevada. Aquí unas imágenes de una de las últimas grandes nevadas que cayó hace algunos años en ese pequeñito y maravilloso pueblecito de la montaña.

sábado, 28 de marzo de 2020

La leyenda del humanoide de la noche.







Como muchos sabréis, La Mussara está rodeada de multitud de misterios y leyendas...
 
Hoy os traemos, de forma muy resumida, otra de esas extrañas historias que llegó a nuestros oídos hace algunos años. En ella se narra que un día un aficionado a la naturaleza decidió, como otras tantas veces, subir a dar un paseo por la montaña. La ruta se le alargó más de la cuenta y, entre unas cosas y otras, la noche le sobrevino cuando todavía le quedaban unos kilómetros para llegar al lugar dónde había dejado aparcado el coche, en la explanada del viejo pueblo de La Mussara.

Él era una persona acostumbrada a caminar por la naturaleza tanto de día como de noche, pero en aquella ocasión, no sabe si por propia sugestión o por algún otro motivo, se sentía intranquilo. Una especie de miedo irracional se estaba apoderando de su mente. Casi a punto de llegar a la explanada del viejo pueblo, notó como unos arbustos se movían. Al enfocar con la linterna, pensando que se trataría de algún conejo o zorro, lo que vio le dejó literalmente congelado, la luz de la linterna dejaba ver a una especie de humanoide más o menos de su misma estatura, completamente negro, que permanecía quieto observándole desde la oscuridad. El aterrorizado excursionista sólo alcanzaba a balbucear palabras sin sentido, completamente inmóvil por el miedo. Tras unos segundos que le parecieron eternos esa especie de humanoide echó a correr en sentido contrario al que se encontraba él y desapareció entre la oscuridad del bosque. El pobre hombre, en cuanto sus piernas le respondieron, hizo lo mismo y salió corriendo en dirección a su coche. 

La leyenda también dice que ese pobre hombre jamás ha vuelto a subir a La Mussara y ni tan siquiera quiere oír hablar del tema.